Introducción


Es la especialidad encargada de velar por la salud bucodental de nuestros pequeños. Su finalidad es detectar y solucionar problemas existentes como la caries dental, corregir malos hábitos como puede ser la succión digital, mejorar la higiene oral mediante la instrucción de las pautas adecuadas entre otros. Además, busca prevenir posibles desajustes del crecimiento que pudieran interferir en la dentición definitiva.

Los dientes de los más pequeños de casa, comúnmente llamados de leche o temporales suelen erupcionar sobre los 6 meses de vida y los últimos sobre los 2 años y medio. A los 6 años, empiezan a aparecen los primeros dientes permanentes.

A partir de los 9 a los 12 años, suelen salir el resto de dientes permanentes (caninos, premolares y segundos molares). Excepto, los denominados “muelas del juicio” o terceros molares.

Consultas frecuentes


Aquí podrás encontrar una serie de cuestiones ya resueltas que te ayudarán a tener total conocimiento sobre la especialidad de la Odontopediatría. Para cualquier duda, puedes consultarnos sin compromiso.

Los permanentes están diseñados para durar muchos años. Suelen ser más grandes, fuertes y menos blancos debido a que tienen una función mucho más activa en el proceso de masticación.

Rotundamente, sí.

La caries se produce por la aparición de una placa bacteriana que destruye los tejidos duros de las piezas dentales. Su aparición se debe a la alimentación y la higiene dental.
Es importante tratar la caries para evitar pérdidas prematuras de los dientes temporales, ya que, pueden provocar falta de espacios para los dientes permanentes.

En caso de pérdida temprana, se coloca un mantenedor que ayudará al nacimiento de su diente permanente, evitando así problemas bucales que le afectarán en su proceso de crecimiento.

Cuando una caries es muy grande y las bacterias se encuentran cerca del nervio dental (pulpa), se puede requerir un tratamiento pulpar para preservar el diente en la boca el mayor tiempo posible.

Hay dos tipos de tratamientos pulpares disponibles:

  • La pulpotomía:  implica la eliminación parcial de la pulpa. En este proceso, se extrae únicamente la pulpa de la cámara pulpar, dejando intacto el tejido sano y vivo de la raíz del diente.
  • La pulpectomía: involucra la eliminación total de la pulpa. Este tratamiento se lleva a cabo cuando se experimenta dolor bucal o existe un absceso dental.

Si en el golpe se le ha salido un diente temporal, se debe evitar volver a recolocar, ya que, afectará gravemente al nacimiento del diente permanente que está formándose. Ahora bien, si se trata de la salida o fractura de un diente permanente, en este caso, sí deberíamos intentar recolocarlo o sumergirlo en agua, suero o leche, esto ayudará a aumentar las probabilidades de éxito en la intervención de nuestro profesional bucal.

En este tipo de situaciones lo mejor es acudir a una clínica dental para conocer, realmente, el alcance del problema bucal mediante una exploración y una evaluación de los daños.